¿Cuándo se convierte la manipulación contable en un delito penal?

Si estás leyendo esto y tienes una empresa… es que te preocupa, o te está afectando directamente, la manipulación contable que se puede estar dando dentro de tu empresa.
Tal vez sospechas que alguno de tus empleados o algún socio ha falseado las cuentas, o quizás te están investigando por estos hechos y no sabes hasta qué punto podría tener consecuencias penales.
Vamos al grano, no toda irregularidad contable es delito, eso por descontado.
El problema viene cuando se cruzan ciertas líneas, y en estos casos, el Código Penal español es muy claro.
Vamos a ver cuándo es delito la manipulación contable.
¿Qué es exactamente la manipulación contable?
La manipulación contable pasa a ser delito cuando alguien, con intención, altera los registros contables de una empresa para esconder, exagerar o distorsionar su situación económica.
Es decir, cuando las cuentas no reflejan la realidad.
Y no estamos hablando de errores contables sin mala fe, sino de actuaciones deliberadas. Dicho de forma jurídica, debe existir “dolo”.
Ejemplos para entender mejor este concepto
- Creación de facturas falsas de gastos para pagar menos impuestos.
- Se hinchan los ingresos deliberadamente para aparentar solvencia económica ante un banco.
- Se crean empresas ficticias para poder facturar entre estas y así poder mover el dinero de forma fraudulenta.
- No se declara parte de la facturación.
Y esto lo habrás oído muchas veces en televisión, porque suele ser noticia desgraciadamente en temas políticos, pero si tú crees que te puede afectar, quizá deberías tener en cuenta que podrías estar cometiendo un delito o que este delito te salpique.
¿Cuándo pasa de ser una irregularidad a un delito penal?
El artículo 290 del Código Penal marca las reglas. Estableciendo un símil culinario, existen 5 ingredientes que no deben faltar para que la manipulación contable sea considerada delito:
- Debe ser intencionado: No basta con cometer un error. Tiene que haber voluntad de engañar.
- Debe haber riesgo de causar daño económico: Ya sea a socios, a la propia empresa o a terceros.
- Debe superar ciertos umbrales: Por ejemplo, en temas fiscales, la cuantía defraudada tiene que pasar de 240.000 euros al año (art. 310 CP).
- Debe existir la obligación legal de llevar contabilidad: De lo contrario no puede haber delito.
- La acción debe estar entre las tipificadas por el Código Penal: Llevar doble contabilidad, ocultar ingresos o presentar balances falsos, etc.
¿Quién puede ser condenado?
Principalmente, los administradores de la empresa, pero también los asesores fiscales o contables si su papel es considerado clave en la comisión del delito.
El sistema penal español es claro en ese sentido, si un asesor fiscal diseña y planifica una estrategia con el fin de falsear las cuentas, puede acabar imputado y condenado.
¿Cuáles son las penas a las que te puedes enfrentar?
- Prisión de 1 a 3 años.
- Multas de altas cuantías.
- Y en los casos más graves, inhabilitación para dirigir empresas.
Si además se demuestra que se causó daño económico real, las penas se elevarán. Y no hablamos solo de las multas: podrías acabar en la cárcel sin posibilidad de suspensión de la pena.
Lo que deberías tener muy claro ahora
La línea entre una falta administrativa y un delito penal está en la intención, el daño potencial y la magnitud de la manipulación contable.
Si estás siendo investigado o crees que puedes ser víctima de este tipo de prácticas, no lo dejes pasar.
La contabilidad de una empresa no es solo papel, es donde se contabilizan los ingresos y gastos, el estado financiero y la salud económica de una empresa. Es decir, es dónde se pone de manifiesto el éxito y caída de una empresa.
Incluso podría significar la libertad o la cárcel, para quien manipule dicha contabilidad con fines delictivos.
¿Tienes dudas sobre si lo que estás viendo (o haciendo) es legal?
Habla con un abogado especializado cuanto antes. En la prevención empresarial, el tiempo y la estrategia marcan la diferencia.
Consejo: Prevenir es más económico siempre. Solucionar una causa judicial abierta, tiene costes mucho más elevados, tanto de dinero como de tiempo.
Sunkel&Paz: Despacho de abogados penalistas especializados en empresas.
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