La difusión de bulos o noticias falsas crece cada día más. Vivimos en un entorno en el que cada vez hay más información y es difícil distinguir lo que es real de lo que es falso. Según el Estudio sobre la desinformación en España, el 72,1% de los españoles admite haberse creído alguna vez un mensaje falso.

‍

¿Qué son las fake news?

‍

Las fake news son noticas falsas, es decir, aquellas que se refieren a una información que no es cierta o que ha sido manipulada. Su apariencia es de veracidad y el objetivo de su difusión es engañar a la gente. Pueden tener diversos formatos como textos escritos, vídeos o fotografías. 

En la actualidad es muy frecuente informarse de todo lo que ocurre a través de las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter y esto supone que cualquier persona puede publicar la información que considere oportuna por un interés personal. Estas informaciones falsas se transmiten a través de dichas redes y de la mensajería instantánea como WhatsApp de forma muy rápida, por lo que pueden alcanzar a un gran número de personas en poco tiempo. 

‍

¿Es delito difundir noticias falsas?

‍

En el entorno en el que vivimos proliferan las noticias falsas y manipuladas, por lo que la justicia está interviniendo para penar este tipo de conductas. En una reciente sentencia la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a un tuitero por un delito de incitación al odio por publicar un video falso que atribuía la autoría de una agresión a un niño extranjero y que, en realidad, había ocurrido en China. La AP de Barcelona condenó al tuitero a quince meses de prisión y al pago de una multa de 1.620 euros. 

En realidad, no existe un delito por difundir noticias falsas en sí mismos, pero este tipo de conductas se pueden encuadrar en varios tipos penales: 

• Delito de odio, castigado con penas de seis meses a dos años de prisión y multa de seis a doce meses. 
• Delito de injurias y calumnias. 
• Delito relativo al mercado y a los consumidores. En este caso, por ejemplo, un fabricante de un producto lo publicita asignándoles características falsas.
• Delitos contra la salud pública. Por ejemplo, se puede tratar de la difusión de una noticia falsa sobre el poder curativo de una sustancia. 
• Delito de estafa. 
• Delito de descubrimiento y revelación de secretos, en el caso en que se revelen datos personales, castigado con una pena de dos a cinco años de prisión. 
• Delito contra la integridad moral, que se castiga con prisión de seis meses a dos años. 
• Delito de desórdenes públicos, en el caso en que la noticia falsa produzca alarma entre la población y altercados. 

Junto con la acción penal, no podemos olvidar que puede existir una acción civil para reclamar los daños y perjuicios ocasionados por la noticia falsa. 

En definitiva, la difusión de las fake news es un hecho que puede encuadrarse en diversos tipos de delitos contemplados en el Código Penal, por lo que si una persona es acusada de difundir este tipo de noticias requerirá la ayuda de un abogado penalista experto que le asesore para diseñar la estrategia de defensa.